Crítica realizada por Juan Guido
MakinArt
de Dana Sosa
La instalación propuesta por Dana
Sosa es complicada de abordar en primera instancia. No por su complejidad
conceptual, o su complejidad tecnológica, sino por la propuesta en sí.Se trata
de una maquina generadora de dibujos,sobre un lienzo, a partir de la
manipulación del espectador. La obra propone diferentes modos de interactuar y manipular
la misma, y si uno ahonda en la presentación formal propuesta por la artista,
es precisamente en ese lugar donde comienza la complejidad.
Uno de los objetivos del proyecto
consistía en ¨Lograr
una actividad divertida que genere el interés de los niños a la hora del
aprendizaje¨ [Dana Sosa]. A su vez, la artista nos explica que ¨Al entrar a la sala e interactuar con la
obra, el espectador va a enfrentarse con el desafío de ser el propio artista y
expresarse a través del dibujo a través de la experimentación.¨ [Dana Sosa]. Creo que ambos postulados entran
en conflicto, y no dejan florecer el potencial del proyecto. Es muy arriesgado
pensar una obra destinada al público infantil, pero pensada conceptualmente
para gente adulta. Pensar una edad de inicio para involucrarse en prácticas
artísticas es polémico; y llanamente, cualquier debate sobre qué es y no arte
es,de por sí, máspolémico. Pero sabemos algo con certeza, que las instituciones
artísticas no están pensadas, en su mayoría, para albergar público infantil
como principal espectador.
A menos que
hablemos de muestras muy específicas; o de pequeños espacios brindados por
grandes instituciones como los museos Reina Sofía de Madrid, o Guggenheim
Bilbao (entre otros). Si esta instalación está proyectada para exponerse junto
a otras obras (en museos, galerías, exposiciones, u otras instituciones) se
deben tomar muchos otros recaudos y medidas de seguridad; tanto como prevención
para el espectador, como prevención para el artista ante un accidente de alguno
de los mismos. No debemos olvidar que la obra funciona con ventiladores
conectados directo a 220V, y elementos tóxicos como las pinturas de látex. Y
las prevenciones no son únicamente pensando en los niños espectadores, sino en
la posibilidad de problemas con el público adulto; e inclusive con posteriores
conflictos con obras lindantes.
Esta obra tiene un potencial muy grande dentro de
ella, que no puede llegar a su plenitud por la ambigüedad a la hora de definir
un objetivo, más precisamente, un público definido. Abrir el juego a todo tipos
de edades, con todos los recaudos posibles, puede liberar a la obra del
laberinto formal y conceptual en el que se encuentra.